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Asunto: | [panyvidasantos] 284. Los Siete Santos Fundadores de la Orden de los Siervo s de la Virgen María | Fecha: | Viernes, 14 de Febrero, 2003 17:29:03 (-0500) | Autor: | Omar Jiménez Castro. <omarcr81 @...com>
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* Corre la Voz! Cristo Resucitó, y está en la
Red! Mensajes y Reflexiones Pan y Vida.
¡Sigue! ¡No te rindas!
"No me avergüenzo del Evangelio. Porque es -Mensajes Pan y Vida poder
de Dios para la salvación de todo el que cree". Romanos 1,6."
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17 de Febrero
284. Los
Siete Santos Fundadores de la Orden de los Siervos de la Virgen
María
Eran siete amigos, comerciantes de la
ciudad de Florencia, Italia. Sus nombres: Alejo, Amadeo, Hugo, Benito,
Bartolomé, Gerardino y Juan.
Pertenecían a una asociación de devotos de
la Virgen Ma., que había en Florencia, y poco a poco fueron convenciéndose de
que debían abandonar lo mundano y dedicarse a la vida de santidad. Vendieron sus
bienes, repartieron el dinero a los pobres y se fueron al Monte Senario a
rezar y a hacer penitencia. La idea de irse a la montaña a santificarse, les
llegó el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de la Sma. Virgen, y la pusieron en
práctica el 8 de septiembre, día del nacimiento de Nuestra Señora. Ellos se
habían propuesto propagar la devoción a la Madre de Dios y confiarle a Ella
todos sus planes y sus angustias. Y dispusieron llamarse "Siervos de María" o
"Servitas". Todos se ordenaron de Sacerdotes, menos Alejo, el menor de ellos,
que por humildad quiso permanecer siempre como simple hermano, y fue el último
de todos en morir.
Un Viernes Santo recibieron de la Sma. Virgen Ma. la
inspiración de adoptar como Reglamento de su Asociación la Regla escrita por San
Agustín. Así lo hicieron, y pronto esta asociación religiosa se extendió de tal
manera, que llegó a tener cien conventos, y sus religiosos iban por ciudades
y pueblos y campos evangelizando y enseñando a muchos con su palabra y su buen
ejemplo, el camino de la santidad. Su especialidad era una gran devoción a la
Sma. Virgen, la cual les conseguía maravillosos favores de
Dios.
Bartolomé llevó una vida de tan angelical pureza, que al morir se
sintió todo el convento lleno de un agradabilísimo perfume, y varios religiosos
vieron que de la habitación del difunto salía una luz brillante y subía al
cielo. Dos de los fundadores, Hugo y Gerardino, mantuvieron toda la vida
entre sí una grande y santísima amistad. Tuvieron que separarse para irse cada
una a lejanas regiones a predicar. Cuando ya eran muy ancianos fueron llamados
al Monte Senario para una reunión general de todos los superiores. Esa noche
el superior, San Felipe Benicio, vio en sueños que la Virgen Ma. venía a la
tierra a llevarse dos blanquísimas azucenas para el cielo. Al levantarse por la
mañana, supo la noticia de que los dos inseparable amigos habían amanecido
muertos, y se dio cuenta de que Ntra. Señora había venido a llevarse a estar
juntos en el Paraíso Eterno, a aquéllos dos que tánto la habían amado. Todos
murieron en olor de santidad. El último en morir fue el hermano Alejo, que
llegó hasta la edad de 110 años. De él dijo uno que lo conoció: Cuando yo llegué
a la Comunidad, solamente vivía uno de los Siete Santos Fundadores, el hermano
Alejo, y de sus labios oímos la historia de todos ellos". La vida del hermano
Alejo era tan santa que servía a todos de buen ejemplo y demostraba cómo
debieron de ser de santos, los otros seis compañeros. Murió el 17 de febrero del
año 1310.
Que estos Santos Fundadores nos animen a aumentar nuestra
devoción a la Virgen Sma. y a no cansarnos nunca de propagar la devoción a la
Madre de Dios.
* Contemplar la pasión del Señor y tratar a María es
camino de santidad.
Fuente: Es.catholic.net, Encuentra.com
__________________________________________________________ Omar Jiménez
Castro. 1 Corintios 9,16 http:mensajespanyvida.cjb.net ¡Sigue! ¡No te
rindas!
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