7 de Noviembre. Los 12 Profetas "menores". Antiguo
Testamento.
Fuente: www.churchforum.org
En la S. Biblia se llama profeta al que trae mensajes de
Dios. Muchas veces los profetas avisan cosas que van a suceder en
el futuro, y el Libro Sagrado insiste en que hay que averiguar si
lo que anuncian se cumple o no. Si se cumple es buena señal, pero
si lo que profetizan no se cumple, es señal de que son falsos
profetas. El oficio principal de un verdadero profeta es llamar al
pueblo a la conversión y anunciar los males que llegarán si la
gente no se convierte.
Otra de las señales para diferenciar un
verdadero profeta de uno falso es que el profeta verdadero no
acepta sino un solo Dios, el Dios creador de cielos y tierra y no
rinde culto ni cree en ningún otro Dios. Además el verdadero
profeta se conoce porque lleva una vida virtuosa, mientras que los
falsos profetas puede ser que por fuera aparezcan hipócritamente
como buenas personas pero en su vida íntima no son nada
virtuosos.
Los profetas se dividen en dos clases: Profetas Mayores:
los que escribieron obras de bastantes páginas. Son cuatro: Isaías
y Jeremías, Ezequiel y Daniel. Y Profetas Menores, o sea, aquellos
cuyos escritos son de muy pocas páginas. Son los 12 que celebramos
en este día.
AMÓS: Es un profeta sumamente antiguo. Vivió 770 años antes
de Cristo. Era un pastor y recolector de higos, al cual Dios lo
envió a avisar a las gentes de Israel que si no dejaban de adorar
a los ídolos y si los ricos seguían explotando a los pobres, les
llegarían terribles castigos. Las gentes no le hicieron ningún
caso, y hasta el Sumo Sacerdote Amasías de Samaria trató de
hacerlo callar. Amós le anunció a este hombre que a su familia la
iban a destruir y que a Amasías lo llevarían al destierro. Todo lo
que Amós anunció se cumplió a la letra y el pueblo de Israel fue
llevado al destierro y sus ricos quedaron en la miseria por no
haber tenido compasión de los pobres.
AGEO: redactó el escrito más corto del Antiguo Testamento,
sólo tres pátinas. Profetizó hacia el año 529 antes de Cristo,
cuando los israelitas volvieron del destierro. Su oficio es
animarlos a construir el nuevo templo, y prometer que desde el
templo de Jerusalén, Dios enviará la paz (Esa paz fue enviada
definitivamente cuando en ese templo enseñó y predicó Cristo
Jesús).
OSEAS: fue el primero que escribió sus profecías. Vivió 750
años antes de Cristo y su oficio fue echar en cara al pueblo sus
infidelidades con Dios. Este profeta estaba casado con una mujer
que le fue infiel, pero por orden de Dios la perdonó y la volvió a
aceptar en su casa, y Dios le dijo: así me sucede con esta nación:
no hacen sino ser infieles conmigo, pero les perdono y quiero
seguir siendo su amigo siempre. Oseas es el profeta que recuerda a
las gentes el gran amor que Dios nos tiene a todos, a pesar de lo
malos que somos con Él.
JOEL: fue un profeta que vivió en el siglo V antes de
Cristo. Su mensaje es un llamado a hacer penitencia y a
arrepentirse de los pecados, y es tan impresionante que la Iglesia
Católica lo hace leer cada año en todos los templos en la misa del
miércoles de ceniza.
MALAQUÍAS: profetizó hacia el año 515 antes de Cristo. Su
mensaje va dirigido contra los sacerdotes que no cumplen bien sus
deberes y contra el pueblo que se relaja en sus costumbres.
Anuncia que llegará el día grande y terrible de Yahvé, cuando Dios
vendrá a juzgar a los pecadores. Malaquías fue el que anunció que
antes de la llegada del Mesías aparecería un precursor para
prepararle su venida.
SOFONÍAS: profetizó hacia el año 640 antes de Cristo.
Anuncia que si la gente no se convierte, llegará Dios con gran
poder y severidad a juzgar a los pecadores y a dar a cada uno su
merecido.
NAHUM: fue el profeta que anunció la destrucción de Nínive,
y los castigos que iban a llegar a esta ciudad por sus crímenes y
pecados. Todo sucedió como él lo dijo.
JONÁS: llevado milagrosamente por Dios a Nínive a predicar,
anuncia que si no se convierten, la ciudad será destruida. La
gente acepta su mensaje, hace penitencia y se convierte y la
ciudad queda libre por lo pronto del mal que le iba a llegar (Más
tarde de nuevo otros profetas anuncian que deben convertirse y las
gentes no les hacen caso y entonces le suceden a la ciudad los
males que anunció el profeta Nahum).
HABACUC: profetizó hacia el año 600 antes de Cristo. Como
la situación del pueblo de Israel es tan amarga en ese tiempo,
Habacuc le pregunta al Señor Dios: ¿Por qué nos sucede todo esto?
Y Dios le responde: "todo tiene su fin, y cada problema tendrá su
solución".
Habacuc fue el que escribió aquella famosa frase: "El justo
vive por la fe" y repite frecuentemente: "¡Ay de los que se
dedican a obrar el mal! ¡Ay de los que olvidan a Dios! ¡Ay de los
que consiguen ganancias mal adquiridas!, etc."
MIQUEAS: fue el profeta que anunció que Jesús nacería en
Belén.
ABDÍAS: su profecía es como una súplica que las almas
humilladas y perseguidas le hacen a Dios para que haga justicia
contra sus opresores.
ZACARÍAS: escribió hacia el año 518 antes de Cristo. Anima
a las gentes a contribuir a la construcción del templo. Dice: ¿Por
qué las tierras no les producen? ¿Por qué los negocios no les
prosperan? ¿Por qué no logran ahorrar nada? Es porque mientras
ustedes viven en casas bien hechas, en cambio el templo de Dios
está sin construir". Y avisa que quienes ayuden con generosidad a
la construcción del templo para Nuestro Señor, recibirán grandes
ayudas del cielo.
Gracias Señor por los provechosos mensajes que nos has
enviado por medio de tus santos profetas. Haz que los recordemos y
les hagamos caso.
Dichosos vosotros cuando os traten mal a causa de la
religión. Así trataron a los profetas (S. Mateo
5).
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