Asunto: | Conexion Cosmica / Sally Barbosa | Fecha: | Domingo, 30 de Julio, 2000 20:43:10 (-0600) | Autor: | Ricardo Ocampo <anahuak @.............mx>
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CONEXIÓN CÓSMICA
Por Sally Barbosa
¡Algo ha terminado! ¡Algo esta comenzando! ¡Es tiempo de renacer! Todos
sabemos, reconocemos, instuimos, que esta sucedido algo grande en la Tierra.
Sabemos que esta surgiendo un nuevo ser humano, una nueva civilización
planetaria en un nuevo planeta, en un nuevo cielo. Estamos iniciando la
ultima entrada del partido jugándose en la Tierra entre los hijos e hijas
de los hombres y los dioses venidos del cielo. Llamemos a estos Maestros del
Juego, dioses primarios o Annunakis, como los llamaron los sumerios.
Neter,como les llamaron los egipcios o Anakim, Nefilim, o Elohim, como
lo hicieron los hebreos.
Hemos llegado al punto de partida. Los cambios climatológicos teniendo lugar
en la Tierra conllevan cambios geológicos encontrando que donde hace apenas
hace un año había un desierto, hoy hay un lago y los habitantes de la región
ahora se ganan la vida pescando. Un nuevo cielo, porque el inmenso avance
tecnológico de la ultima década del siglo XX, al ampliar nuestros
horizontes, permitiéndonos alcanzar nuevas perspectivas, nos va permitiendo
ver un espacio tiempo repleto de vida.
Estamos probando que la membrana elástica de nuestro patrón racial cósmico
consta de una visión unificada y de las metáforas y mapas adecuados para ir
mas allá de la guerra, del deseo, de la competencia primitiva y de la
inevitabilidad de la muerte física. Estamos probando la pureza del programa
genético original de los primeros terrícolas. Probando que fuimos creados a
imagen y semejanza del Supremo Autor de todo lo Creado y por tanto,
herederos legítimos de sus poderes.
La mágica sabiduría de nuestra psi DINA, se va activado rápidamente
en nosotros y comenzamos a tener acceso al fuego del conocimiento, prohibido
en el pasado para la raza humana. Nos toca ahora equilibrarnos tecnológica y
espiritualmente. Erradicar de nuestros criterios los aparentes conflictos
entre la religión, la filosofía, la ciencia y la esperanza de una nueva era.
Sanar nuestro pasado. Erradicar la enfermedad y el miedo infiltrado en
nuestra programación original, contaminada con material genético dañado.
Todavía nos parece increíble que estamos viendo, viviendo el nacimiento de
una nueva civilización cósmica que va mucho mas allá de la religión y de lo
que llamábamos nueva era aquí en la Tierra. Encontramos los cimientos del
nuevo paradigma en la arqueología, la biogenetica, la antropología y la
astronomía.
La forma humana es muy común en el universo. La Tierra, al igual que muchos
otros planetas es un jardín. La forma física humana es su fruto. El sembrar
planetas o jardines es una tarea cósmica es usual, mas la interacción entre
seres de diferentes coordenadas espacio/temporales es monitoreada y regulada
en muchos niveles.
La semilla de la vida se desarrolla a través del proceso evolutivo natural,
a través de los amino ácidos, proteínas, ect. El tiempo, en función de la
cuarta dimensión, no es lineal sino segmentado. Cada segmento/territorio en
el que navegamos tiene su principio y su final. Los bordes de cada segmento
vienen a ser puertas del tiempo. Si una raza/ civilización carece de la
capacidad de navegar (viajar) en el tiempo cesa de existir.
La Tierra, al igual que este sistema solar, ha estado y esta bajo la tutela
de los seres intertemporales/ interdimensionales que han estado guiándonos
hacia nuestro futuro. Las antiguas civilizaciones insisten que procedían
del espacio exterior, que al llegar al planeta encontraron una especie de
criaturas simiescas, cuyas características les permitieron provocar en ellas
las mutaciones adecuadas para servirles de esclavos en las minas de oro del
África y de Perú. Que mezclaron sus genes con los del Homo Erectus por lo
que los terrícolas somos carne y sangre suya. Carne y sangre de los
astronautas procedentes de Nibiru, el ultimo y alejado de los planetas de
nuestro sistema solar.
Medio millón de piezas arqueológicas prueban la evidencia del planeta Nibiru
y corroboran las investigaciones realizadas por la NASA. El Observatorio
Naval parte del hecho de que el tirón gravitacional del llamado Planeta X en
Urano y Neptuno se origina en nuestro sistema solar. Por otra parte el
resultado del ADN de los estudios genéticos realizados en el proyecto "en
busca de Eva" y el resultado de las investigaciones antropológicas en el
proyecto "fuera de África" ubican el génesis del ser humano en África
Central 250,000 años atrás, tal como indican los antiguos archivos de
Sumeria.
La creencia tradicional era que "los llamados dioses sumerios, egipcios,
griegos, mayas, africanos, etc." eran imaginarios porque sus proezas, tales
como; surcar el espacio sideral, usar armas atómicas y sables láseres, la
habilidad de comunicarse a través de la distancia, y la habilidad de
manipular genéticamente a especies inferiores, parecían fantásticas a
principios del siglo XX. Hoy día esa creencia nos parece ridícula.
Hemos alcanzado el punto en que nuestros conocimientos tecnológicos nos
permiten eso y mucho más. Bajo esta perspectiva, esta claro que los
conceptos filosóficos, religiosos, científicos y metafísicos han sido
parcialmente correctos y que precisan revisión. Los dos paradigmas mayores,
los creacionistas y el modelo evolutivo, en los que fue moldeada la cultura
occidental, deben ser revisados ya que este nuevo meta paradigma que la
misma naturaleza humana nos provee envuelve profundas ramificaciones desde
nuevas perspectivas arqueológicas.
Los actuales habitantes de la Tierra son producto de la tecnología avanzada
de los annunakis (astronautas) de Nibiru, una especie mutante con genéticas
bicamerales, mente bicameral, y un inconsciente colectivo bicameral.
La evolución en este planeta era lineal hasta que fue intervenida al
manipular el código genético DINA. A partir de ese punto los terrícolas han
experimentado un precoz y acelerado proceso metamorfoseo.
Un caso especial de evolución, primeramente bajo la imperativa
preponderancia del avanzado componente genético impuesto por los de Nibiru.
Luego, durante el periodo de la rebelión, alienígenas procedentes de un
tiempo/línea diferente, manipularon impropiamente el jardín que los
annunakis de Nibiru venían cultivando,
contaminándolo.
La influencia genética de los annunakis se debilito a partir del 1250
después de Cristo. La raza humana ha venido atravesando por una profunda
transición hacia la independencia. Estamos atravesando de dicha transición a
un nuevo concepto de humanidad, hacia una nueva civilización. La catarsis ha
sido inevitable. Nos ha sido preciso reconstruir, redescubrir, reinterpretar
nuestra historia racial colectiva.
En la integración de la mente bicameral están las claves de la inimaginable
historia cósmica que estamos escribiendo. El reajuste psicológico que
conllevan dichos procesos envuelve la disolución de traumas raciales
profundamente arraigados. Las sensaciones de perdida, abandono, culpa, dolor
y soledad persisten. En nuestra mente bicameral colectiva quedan rastros del
propósito de la manipulación genética de que fueron objeto los terrícolas
primitivos; servir de esclavos a otras especies.
Como especie bicameral que somos, guiados por el componente genético que nos
fue impuesto, tenemos la cualidad de la conciencia, desarrollada a un nivel
de complejidad de conocimiento y capacidad tecnológica que va mucho mas al
de lo que los annunakis hubiesen permitido de estar presentes.
Las discapacitaciones que nos limitaban han ido desapareciendo ante nuestra
inventiva, la adquisición de conocimientos y desarrollo psicológico a pesar
de las restricciones impuestas a la ciencia y tecnología por los dogmas
religiosos. ¡Ya no somos propiedad de nadie!.
Mediante la rapidez de nuestra metamorfosis, la autoexploracion, la
expansión de conciencia y nuestras experiencias trascendentales hemos dejado
atrás la adolescencia de la raza.
Ahora nos resta reconocer y sanar nuestras cicatrices colectivas
emocionales, desasociarnos del atávico servilismo de la esclavitud para
crear nuestra independencia futura y determinar nuestra trayectoria
evolutiva. Para interactuar con civilizaciones planetarias altamente
evolucionadas, que no padecen de amnesia ni de miedo, debemos
descontaminarnos física, mental y espiritualmente. Regresar al programa
maestro del hombre y la mujer perfectos, original del terrícola primario.
El miedo y la amnesia son productos del desbalance mental ocasionado por la
contaminación genética de que fueron objeto los terrícolas primitivos.
Llego el momento de las redefiniciones para orientarnos en dirección
correcta. Estamos interpretando científicamente los paquetes de información
técnica avanzada encrustados en el cuerpo físico del ser humano. Los
hallazgos arqueológicos de artefactos, instrumentos y juguetes son
remanentes de tecnologías y conocimientos perdidos.
Entre las características que marcan al nuevo ser humano están la integridad
personal, la compasión profunda, la alegría de vivir consciente, la
comprensión de las leyes de la naturaleza, la capacidad de crear nuevas
realidades, la preferencia por la colaboración dinámica, el deseo de
adquirir nuevas informaciones, de expandir sus funciones
multidimensionalmente y contribuir a la definición de nuestra trayectoria
evolutiva racial.
El misterioso poder del doble circulo se devela ante nuestros ojos
alertados. ¡Viajamos en el tiempo! Hemos llegado ya al punto de partida
donde se une la tierra con el cielo. ¡El Jardín Secreto ha florecido! ¡La
Tierra resplandece! Nuestro futuro en la Luz del Amor se perfila
esplendoroso. La luz del pulsar siriano acaba de reabrir el portal del
tiempo que conduce mas allá del mas allá. ¡El Octavo Universo aguarda por
cocreadores! Caminante del cielo... ¡QUÉ LA FUERZA TE ACOMPAÑE!
Sally Barbosa
sbarbosa@...
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