Cada vez que le mencionan el tema negocios alguien piensa en accidentes de
tránsito, acto seguido, estornuda.
- Una mujer decide restablecer la pobre o inexistente comunicación con su padre
pero invariablemente encuentra que cada vez que lo llama éste no está.
- Alguien piensa en Egipto y las Pirámides y minutos después otra persona le
habla exactamente de ese mismo tema.
O se lo encuentra en un documental televisivo.
O en una Revista.
- Alguien en su nuevo trabajo conoce a un compañero de quien se hace amigo y a
través del cual, a su vez, conoce a la mujer que resulta su Alma gemela.
- Alguien acierta el Primer Premio de la lotería gracias a ocurrírsele
relacionar las muchas veces que se encontró con una ex novia, con el número del
año en que se conocieron.
- Alguien se encuentra continuamente con personas cuyos nombres varían entre
Luis-Luciana-Lucio.
- Un cazador se vale de un pájaro para seguir la pista que lo llevará a la
comida que busca.
¿Qué es lo idéntico que aparece en cada uno de estos casos?
Las Casualidades.
Pocas cosas tan poco valoradas como estas verdaderas Puertas a lo Sutil. Entre
otros motivos, por cierta creencia que relega y desprecia la profundización a la
que llevaría prestarle atención a lo inequívocamente Sagrado de haber Detectado y
Valorizado una Casualidad en nuestras vidas.
Una frase común que es usada como muletilla de modo invariable es la que se
refiere a las Casualidades como "causalidades".
Si nos autorizamos a escuchar lo que ahí se dice, es que aquello con lo que
uno se encontró es la "causa" de algo, y se enfatiza que esa "causa" no tiene que
ver con el Azar, sino que se da entender que porque no es azarosa tiene un
sentido, una dirección, en la que debemos tener fe. Es decir, se le adjunta a
algo el mote de "causal" para no explicar ni entender a ese algo.
No se desconoce que ese algo "causal" encontrado está sujeto, a su vez, a una
causa, pero está vedado entender qué es lo que lo causó. En otras palabras, esta
vedado Avanzar en el terreno del inconsciente, lo que exigiría desocultar
cuestiones que el yo -el cómodo y placiente yo- no está dispuesto a ceder.
¿Entonces, partiendo de esa base, cómo es posible explorar otros Niveles de
Realidad? ¿Desde qué lugar puede iniciarse una investigación seria si se cree que
lo encontrado es la "causa"?
Con claridad, el tema muestra sus más profundas resistencias, aún en personas
que ya han tenido contacto con lo Sutil, lo que denota el grado de profundidad y
la importancia de lo que está en juego.
La utilidad de las casualidades está en que remiten siempre a un Nivel más
Sutil, que es lo mismo que decir un Nivel más Interno, y precisamente es a esto a
lo que se resiste el Psiquismo.
EL ALMA Y LA PSYKHÉ
Basándonos en que para tomar Lo Oculto es imprescindible realizar un trabajo
psíquico, ya que lo más tristemente normal –principalmente en Occidente- es ver a
personas que deseosas de explorar otros niveles de conciencia, terminan en los
más extraviantes desórdenes místicos, que anulan por completo toda experiencia,
por valiosa que esta sea.
Entonces ¿Qué es lo psíquico? La palabra psiquismo, etimológicamente, deriva
de la palabra griega psykhé, cuyo significado es "alma". Es decir, que realizar
un trabajo en lo psíquico es equivalente a hacer un trabajo "con el alma".
¿Y qué es el Alma? Los mismos griegos, a través de sus escuelas filosóficas y
de pensamiento, que cimentaron y estructuraron la cultura occidental desde su
base, le otorgaron un lugar destacadísimo a la Palabra. Fue a través de La
Palabra y los Números –los Símbolos- que llegaron a los brillantes
Descubrimientos y Develaciones que hoy conocemos y que le permitieron a la
Humanidad un salto cualitativo extraordinario.
De igual modo, Culturas tan o más avanzadas que la griega como los mayas,
inkas, egipcios y chinos, vieron que, efectivamente, cada vez que debían hacer un
trabajo interior era insoslayable hacerlo por medio del Viento, del Tao, de los
dichos, de la Palabra.
Quien dominaba las Palabras Sagradas era quien había hecho contacto con Lo
Divino en Sí Mismo.
Casualmente, milenios después, el Psicoanálisis –leer "Psicopatología de la
vida cotidiana", de Sigmund Freud; "Sincronicidad", de Carl, G. Jung; o
cualquiera de los Seminarios de Lacan-, se reencuentra con este saber
ancestral, cuyo recorrido detona en quien Avanza la verdadera Trascendencia de
conectarse con la Magia.
CASUALIDADES, ENTRAMADO Y MAGIA
Del mismo modo en que un Cazador lee lo que ocurre en su selva, desierto,
bosque, o medio ambiente de que se trate, y detecta las huellas, las pistas, las
casualidades que van apareciendo al acercarse a su presa, uno puede hacer
exactamente lo mismo a la hora de proponerse alcanzar un Resultado propio.
Es que el Universo exige presencia a Aquel que se dice dispuesto a tomarlo. Y
el modo en que el Universo toma exámen es a través de las Casualidades. Tanto las
casualidades internas –las que aparecen en forma de ocurrencias o asociaciones de
palabras o imágenes- como las externas, tienen una lógica muy precisa que remite
a Lo Más Elevado de Quien Se Encuentra con Eso.
Oportunidad muy conveniente para insertar un comentario respecto de los
Avances que la Física Cuántica viene haciendo desde hace décadas llegando a las
mismas conclusiones a las que arrivaron las Culturas Iniciáticas más
emble-máticas del Planeta: bajo esta realidad concreta subyace un Entramado
Universal que conecta todas las cuestiones y hechos del pasado, del presente, del
futuro y de otros Planos y Dimensiones.
Entonces, ¿A qué estoy Accediendo cuando Detecto una Casualidad? Estoy
penetrando el inagotable y omnipresente reservorio de Datos y Fuerzas que desde
siempre es el Universo entendido como Totalidad.
La cuestión Clave es la siguiente: las Casualidades ocurren todo el tiempo, y
al Universo poco le importa si alguien no las lee. Pero sí le importa Aquel que
está dispuesto y alerta a Leerse y a Desocultar en Sí Mismo lo que el Universo
–¿O la persona?- le Manifiesta.
Como puede verse, llega un punto en el que el Sujeto es indiferenciable del
Universo. Mientras lee el por qué se encontró con las Casualidades con las que se
encontró, va apropiándose íntegramente del Universo y de Sí Mismo.
Los Antiguos ya lo sabían, y justamente porque respetaron y respetan la
conexión existente entre ellos y Lo Divino es que alcanzaron Logros que son
explicables solamente por medio de la Magia. Pero la Magia no es posible mientras
La Palabra no sea puesta en su justo lugar: como la Llave que posibilita que
Alguien se apropie de Sí Mismo en cada Acto en cualquier Tiempo y Lugar.
POR ANDRÉS GUSTAVO FERNÁNDEZ / pachakamakin@...