Responder a este mensaje

PARA UN MUNDO MEJOR
 ¿Cómo aguardar la mejoría del mundo, si tan pocos cuidados existen para con el 
corazón infantil?
 ¿Cómo tener esperanza de tiempos mejores para la humanidad, a corto o medio 
plazo, delante de esa indiferencia gritona para con el alma infantil?
 ¿Cómo se puede condenar al adolescente de costumbres anti-sociales, cuando se 
volvió casi una regla el abandono de los niños a su propia suerte?
 ¿Cómo pensar en un tiempo de equilibrio para la sociedad y de paz para el 
mundo, cuando se actúa con tanta negligencia en la formación de los pequeños, 
cuando se ponen noticias e imágenes de guerras en sus mentes, sin ninguna 
piedad?
 ¿Cómo querer una infancia saludable para la Tierra, frente a las escenas 
grotescas en que el sexo en desajuste y la pornografía disputan las atenciones 
de los niños, ante el consentimiento pasivo de padres y de maestros?
 ¿Cómo aspirar por la era de armonía y de fraternidad en el planeta, si las 
luchas violentas, el incentivo a los engaños y la instigación al uso de armas 
tiene entrada franqueada en los hogares y son absorbidos con la avidez de la 
novedad por la mente infantil? 
La hora que atravesamos en el mundo es, verdaderamente, una hora de gran 
densidad.
Es una hora en que oímos discursos lúcidos con palabras bellas que ocultan la 
convivencia con la omisión y la irracionalidad de los hacen discursos, en lo 
que dice respecto a los cuidados educacionales para los pequeños.
Esos niños son espíritus que llegan a la tierra llenos de confianza en los 
hermanos que los antecedieron en la actual existencia en el orbe terrestre.
Esos hermanos dejaron en el más allá promesas y proyectos de ayuda y de 
orientación a los pequeñitos, exactamente para suplantar el pasado de omisiones 
y disparates ya vividos… 
Esos son días de valorización de las apariencias.
Ideas conmovedora, sugestiones delicadísimas, documentos oficiales con amplia 
visibilidad...
 
Campañas de medios muy bien preparadas, todo relativo a la ayuda a la infancia, 
de esos pequeños hijos de Dios que acaban de llegar al mundo bajo los cuidados 
de la sociedad.
Todo eso se pierde en la corriente del interés inmediatista de proyección 
social y de la ganancia desmedida, que desvían recursos humanos y financieros, 
valiosos y variados, de la ruta de la ciudadanía y de los caminos de la 
caridad, para favoritismos inconfesables.
Unamos esfuerzos, de esa manera, alrededor de la infancia y de la juventud, 
ardientemente, por saber que aun hay tiempo de disminuir los dolores futuros de 
la humanidad, a través de la labor que iniciemos ahora o que ayudemos en su 
manutención.
Cerremos filas en torno de la enseñanza de Jesús, atendiendo su propuesta de 
dejar que los pequeños lo puedan encontrar, hasta a él llegar, sin ningún 
impedimento de nuestra parte, por los caminos terrenos.
Solamente cuando el niño sea agasajado por la atención cariñosa, cuando fuera 
calzada por el bien responsable y alimentada por las situaciones del amor pater-
mater-fraternal, podemos, entonces, soñar con el mundo mejor que tanto 
esperamos.
 * ** ** **
Ese mensaje es de alguien que observa los acontecimientos del plano físico, 
bajo la óptica del “hemisferio espiritual”.
Es un espíritu interesado en la construcción de un mundo mejor, y que viene a 
traernos esas advertencias serias y al mismo tiempo una invitación para que 
hagamos la parte que nos cabe.
Es importante resaltar que nuestros actos están siendo observados desde más 
allá de la tumba. 
Hasta incluso aquellos que no deseamos confesarnos a nosotros mismos.
Ahora podemos entender la afirmación de Jesús, cuando dice que todo lo que está 
escondido será revelado. Hasta nuestros más secretos pensamientos. 
Una nube de testimonios nos sigue los pasos y no tienen cómo huir de esos seres 
invisibles.
Y si usted es alguien que asumió algún compromiso con la infancia, tendrá que 
dar cuentas de su administración, más pronto o más tarde, a las soberanas e 
inviolables leyes de Dios.
¡Piense en eso, pero piensa ahora!
Equipo de Redacción del Momento Espírita, teniendo por base el mensaje del 
Espíritu Clélia Rocha, psicografiado por el médium Raúl Teixeira, el 03.3.2003, 
en la Hacienda recreo, Pedreira-SP
                                                       






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