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Asunto: | [RedLuz] Cooperación y Política Internacional - Buenas Noticia s del Mundo | Fecha: | Miercoles, 6 de Junio, 2007 23:02:17 (-0300) | Autor: | Sabiduría Arcana <bvr @..........ar>
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¡ Buenas Noticias del Mundo
!
"Podemos irradiar buena
voluntad poderosa y sistemáticamente por medio del poder del pensamiento.
También podemos irradiarla manteniendo actitudes
correctas y basando nuestras decisiones en
el
principio del mayor bien para el mayor número.
Además podemos asegurarnos de que todas nuestras
relaciones funcionen sobre
Buenas Noticias del Mundo enviadas y
comentadas por Daniel desde Argentina
¿Por qué al Norte le gusta "ayudar"?
¿A qué se refieren los Estados
ricos cuando hablan de "Cooperación"?
Por Dacid Llistar i Bosch*
Como aseguran los
realistas como Morgenthau, los Estados se comportan como sujetos egoístas que
compiten entre sí en busca de mayor poder, por su propia seguridad relativa y
lo hacen en un panorama de peligroso caos. Actúan por intereses de Estado,
nunca por principios abstractos como la solidaridad o
el bien colectivo. En este contexto, ¿por qué casi todas las
Administraciones de los países OCDE (inclusive las locales) disponen de
Ministerio, Secretaría u Oficina de Solidaridad y Cooperación Internacional?
Incluso casi todos los Ministerios de un mismo gobierno disponen de una
partida para cooperación, ya no sólo el de Asuntos
Exteriores.
De nuevo deberemos distinguir entre el significado
etimológico del término 'cooperación internacional' y el desgastado uso que se
le ha dado. En el diccionario de la RAE el término cooperar se define como:
"Obrar conjuntamente con otro u otros para un mismo fin". En la práctica, el
significado que en la real politik le reserva al término
"cooperación", es distinto al que suele entender la
opinión pública. En general, la ciudadanía lo asocia a
solidaridad y filantropía con el Tercer
Mundo, o a la lucha internacional por una causa honorable como la
prevención del VIH o el control del narcotráfico. Sin embargo en geopolítica
se utiliza para fines no tan honorables. La eliminación de un gobierno poco
afín mediante una ocupación militar de una coalición de países que cooperan
entre aliados, o la internacionalización de las empresas locales en forma de
inversión extranjera y acogida por algunos gobiernos neoliberales del Sur como
agua de mayo, son dos ejemplos de ese tipo de cooperación
internacional.
Efectivamente, de las seis grandes motivaciones por las
que afirmamos que los Estados capitalistas ricos han instituido desde el fin
de la Segunda Guerra Mundial la cooperación internacional, solamente una
corresponde a fines nobles. En general, como veremos, persiguen intereses de
Estado difíciles de conseguir por otros medios. En esto último reside muy
probablemente su vigencia y tamaño.
1. Cooperación para formar
alianzas geoestratégicas, sean de carácter geopolítico, geoeconómico
o militar. Operaciones como la invasión de Irak o el proceso de presión previa
al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas fueron concebidas en el marco de
cooperación entre aliados. No tienen por qué ser Norte-Sur ni estar acotadas a
un sólo ámbito. Las alianzas contra el terrorismo, el control de la
inmigración o del narcotráfico suelen generar las llamadas 'cooperaciones
reforzadas', frecuentemente promovidas por los Estados Unidos o secularmente
por la Unión Europea y asumida obedientemente por el resto de la comunidad
internacional salvo algunos estados.
A los Estados que no suelen
cooperar se les estigmatiza y se les apoda con categorías como Estados
gamberros (brive countries), Estados fallidos o incluso 'Eje del Mal'. Las
cooperaciones se plantean en algunos casos bilateralmente (como los acuerdos
tácitos entre los gobiernos norteamericano y británico, o los tratados de
libre comercio bilaterales) o de forma multilateral en otros (OTAN, MERCOSUR,
Liga Árabe...).
Por otro lado, también es cierto que la deslocalización
empresarial y el propio comercio ha conducido a unas economías a ser muy
sensibles de otras. Es el caso de la dependencia de la economía española de la
latinoamericana. Durante la crisis argentina, 1999-2002, se estima que el PIB
español dejó de crecer un 0'8% directamente a consecuencia de ésta (1). Por ende, es lógico que algunos tanques de
pensamiento aconsejen en clave del propio interés económico, apoyar al
continente Latinoamericano mediante cooperaciones de distintos
tipos.
2. Cooperación para acceder a mercados y a recursos
extranjeros (petróleo y gas, pesca, mano de obra barata, por ejemplo)
o para colocar excedentes agrícolas. El actor beneficiado son las
transnacionales de matriz local que son subvencionadas o favorecidas directa o
indirectamente por el Estado para penetrar en terceros países. A menudo se
utiliza la propia ayuda oficial al desarrollo condicionada para entrar a las
economías del Sur. Ejemplo de lo último es el plan de internacionalización de
la empresa española en la que se incluyen instrumentos públicos como los
créditos FAD (créditos blandos condicionados a la compra de bienes y servicios
de empresas españolas) otorgados por el ICO (2) y
contabilizado como ayuda oficial al desarrollo.
Otro modo de disfrazar
de solidaridad, lo que en realidad puede ser una ayuda interna a grupos de
interés con capacidad de presión, es la de colocar en forma de ayuda a
terceros países el excedente agrícola producido por el agrobusiness
(agronegocio) local con el fin de que sus precios no se vean afectados a la
baja. Si además, como habitualmente ha hecho la US Aid durante las constantes
hambrunas africanas, el excedente sirve para introducir grano transgénico con
los consiguientes efectos de contaminación transgénica y posterior dependencia
tecnológica de las patentes de cuatro compañías transnacionales, la nobleza
queda en un pozo.
3. Cooperación por buena imagen
internacional. La denominada 'marca país' se nutre así de una
proyección publicitaria de superioridad civilizatoria, de generosidad, amistad
y madurez. El centro de gravedad de la imagen es lo "humanitario". La
preocupación por la imagen en la cooperación se demuestra en la tendencia a
preferir proyectos fotografiables (infraestructuras) a los invisibles
(educación, salud); a priorizar las misiones bilaterales a las multilaterales
(salvo en el caso de los cascos azules y misiones varias de la ONU); y por
supuesto, a marcar todo proyecto ejecutado con el logotipo de la
correspondiente cooperación nacional y su precio (3).
Una buena imagen a través de la cooperación es la de los países
escandinavos, cuya ayuda es muy superior a la media de los países OCDE (además
de cierta calidad) que les otorga una imagen con amplios dividendos en otros
ámbitos.
4. Cooperación por gobernabilidad. Es decir,
se trata de contener y aliviar las externalidades más extremas causadas por el
mercado en países periféricos. Su objetivo es mantener la gobernabilidad y
prevenir posibles estallidos sociales de tipo revolucionario, populista,
violento o simplemente o de quien atente contra el status quo. Los encargados
de realizarla, dado que ejercerla sólo supone la carga de los costes de un
sistema que se supone favorece a todos, son el Banco Mundial y sus distintos
programas, los bancos regionales de desarrollo como el BID (Banco
Interamericano de Desarrollo) en América Latina, el BAD (Banco Asiático de
Desarrollo) en Asia, el BafD (Banco Africano de Desarrollo) en África, los
programas HIPC (Heavely Indebted Poor Countries) y MDRI (Multilateral Debt
Relief Iniciative) para los países altamente endeudados dirigidos por el
propio FMI, incluso la función de muchas ONGs procapitalistas de carácter
asistencialista, humanitario, conservacionista, o de educación al
capitalismo.
En general, se entiende que las tesis preocupadas por la
gobernabilidad se refieren a una gobernabilidad que dé paso a la prosperidad a
través del capitalismo, y que a su vez no atente a la seguridad del status quo
internacional. Gobernabilidad capitalista, en definitiva, que enlaza con la
siguiente razón de ser de la cooperación.
5. Cooperación por
capitalismo, es decir, para integrar al sistema capitalista
internacional a países con poca predisposición a hacerlo o con posibilidades
de convertirse en "países gamberros" (inclusive las tendencias
socialistas).
Después de la Segunda Guerra Mundial se aprendió que el
capitalismo salvaje que produjera grandes bolsones de extrema pobreza en los
suburbios de los propios países industrializados como Alemania, Italia o
Rusia, podría ser incendiado mediante tesis populistas como fueran –según la
visión capitalista– el nacionalsocialismo, el fascismo o el
comunismo.
Esta motivación estuvo detrás de la mayor operación de
cooperación nunca vista en la historia: el Plan Marshall para la
reconstrucción (anticomunista) de Europa después de la Segunda Guerra Mundial,
que luego inspiraría buena parte de la cooperación que tanto los EEUU como la
URSS ofrecerían durante los largos años de la Guerra Fría a los países
africanos y asiáticos que progresivamente iban conquistando su independencia.
En ese sentido, el aporte relativo a la cooperación alcanza su cénit durante
aquellos años. Con la caída del Muro de Berlín en 1989, y unido al llamado
"cansancio del donante" los flujos irán decreciendo poco a poco.
De
nuevo, las instituciones encargadas de promover el capitalismo en el Sur son
las gemelas de Bretton Woods, la OMC y los bancos regionales de desarrollo.
Los Estados centrales también presionarán desde sus relaciones bilaterales.
Por eso todos los programas de "ayuda" o cooperación estarán directamente
condicionados a la aplicación del Consenso de Washington (4) y sus consiguientes programas de liberalización y
desregulación del Estado.
Hoy en día existen tesis más fuertes que
constatan la estrategia seguida por el bloque occidental y especialmente de
los Estados Unidos respecto a los que tildan de "Estados fallidos" (según la
jerga, aquellos con dificultades para gobernar sobre su propio territorio o
para gestionar conflictos internos (léase Somalia, El Congo, Sudán, Haití...).
La estrategia es la de provocar o aprovechar la emergencia de fuertes
catástrofes humanitarias para legitimar la entrada de fuerzas multinacionales
y reconstruir el país según parámetros orientados a los intereses centrales.
Es el caso reciente de Afganistán, Irak, la Indonesia post-Tsunami o Haití.
Los valedores de estas estrategias son los neocons norteamericanos. Pueden
encontrarse informes prescriptivos en geopolítica regional en sus principales
think tanks (5).
6.
Cooperación como efecto de la presión ciudadana solidaria. Si existe
una componente noble en la cooperación internacional es la que se desprende de
la presión que algunas sociedades civiles bien organizadas son capaces de
realizar a sus administraciones para que destinen esfuerzos y recursos a la
erradicación de la pobreza, de las catástrofes y a los problemas ambientales
globales. La capacidad de transmisión de esa voluntad popular depende de la
sensibilidad e ideología del gobierno en el mando, de la complicidad de los
medios de comunicación y de la profundidad democrática del país en general.
Pero lo que sí es esencial, es que los movimientos sociales locales sean
capaces de mantener la presión al gobierno, así sea sensibilizando a la
población no implicada, a través de acciones mediáticas o del lobby (6).
De estas seis funciones de la cooperación
internacional, las distintas corrientes de pensamiento han prescrito y
preferido unas a las otras. En la práctica se han aplicado casi todas
simultáneamente aunque con configuraciones distintas.
Sin embargo, es
en la convergencia de múltiples intereses, que la cooperación se ha tornado un
concepto tanto de derechas como de izquierdas, y ha prevalecido de este modo
desde la Segunda Guerra Mundial.
La corriente liberal del
internacionalismo, basándose en la posibilidad desaprovechada de evitar la
Primera Guerra Mundial, planteó la cooperación internacional como la forma de
impedir una nueva guerra, resultado que no logró. Para la corriente realista,
mucho más habituada a plantear la guerra como algo humano y natural, la
cooperación es necesaria para formar alianzas de cualquier tipo, en especial
las militares, y para exportar "la democracia y la libertad a toda sociedad
tradicionalista".
Para los estructuralistas, al igual que los
realistas, la solidaridad entre naciones no existe. Y sólo puede ser aceptada
desde el Sur, si se dirige a cambiar las estructuras.
Para los
institucionalistas, una posible ayuda internacional debería dirigirse a las
instituciones del Sur para apoyar su
maduración.
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NOTAS:
(1)
Blázquez, J y Sebastián, M. (2003), Real Instituto Elcano. El impacto de la
crisis argentina en la economía española.2003. http://www.realinstitutoelcano.org/documentos93/DT-12-2004-E.pdf.
(2)
Instituto de Crédito Oficial, que depende del Ministerio de
Economía./
(3) En el caso de la cooperación
española, es conocida la repetida presencia del "huevo frito", el logo de la
Agencia Española de Cooperación Internacional.
(4) Llistar, D. (2003). "El Consenso de Washington una
década después". En: Ramos, L. El fracaso del Consenso de Washington. La caída
de su mejor alumno: Argentina. Barcelona, Icaria.
(5) Algunos de los más influyentes en la Administración
Bush son: Heritage Foundation (www.heritage.org), Cato Institute (www.cato.org), American Enterprise Institute (www.aei.og), Project for the New American Century
(www.newamericancentury.org), Center for Strategic and International Studies (www.csis.org),
etc.
(6) La irrupción del movimiento 0'7, célebre por las
masivas acampadas en las calles españolas durante el invierno de 1994, logró
que las distintas administraciones españolas se pusieran al día e implicaran
sus presupuestos públicos en la solidaridad internacional. Fue más cantidad
que calidad, pero en definitiva el proceso de presión tuvo gran incidencia en
las políticas públicas españolas.
*David Llistar i Bosch es coordinador de
l'Observatori del Deute en la Globalització (Observatorio de la Deuda en la
Globalización). Cátedra UNESCO de Sostenibilitat de la UPC (Universitat
Politécnica de Catalunya).
Fuente: EL
GRANO DE ARENA – Correo de información ATTAC n° 398 - Lunes 4 de junio de
2007
Queridos Compañeros:
Nuestras fuentes de información suelen ser la televisión y
los diarios de difusión masiva en cada país. En la primera, por más que
tenemos muchos canales para ver y muchos noticieros para escuchar es
frecuente oir siempre la misma campana, con muy pocas disidencias. Las
noticias son semejantes en todos ellos. En cuanto a la prensa escrita suele
ocurrir lo mismo.
Ya hemos dicho en estas páginas que si uno quiere estar
realmente informado de lo que ocurre en el mundo y para evitar la
información predigerida y con sesgo ideológico dominante, nos queda
intentar dos caminos. Uno es investigar por nosotros mismos los hechos, si hay
una noticia que nos interesa, ir –siempre que se pueda– y hablar
directamente con los protagonistas. Si hay dos posiciones en pugna, hablar con
ambos, y luego ver la TV y los medios masivos. Comprobaremos que no es tal
como nos dijeron los protagonistas lo que esos medios difunden. Este camino
sería como ser curiosos con algo de periodistas.
El otro camino, ya que no podemos estar en todas partes del
mundo y en todos los países, sería el estar suscripto a medios
informativos alternativos como ATTAC, ADITAL y
tantos otros. Hoy en día, para personas que tienen un computador y conexión a
internet es la solución más simple para mantenernos realmente informados.
La democratización de la información todavía es un ideal, un
algo por venir; todavía no podemos escuchar todas las campanas, puesto que los
dueños de los medios de información siempre pasan las noticias que les
conviene a su grupo de interés. Ya ven cuánto alboroto hay en Venezuela por la
no renovación de la licencia a una televisora.
¿Qué tan importante es tener la posesión de los medios
masivos? ¿Qué tan importante es difundir noticias de una determinada manera
para mantener el poder sobre el mundo? No tengo las respuestas pero sí
algunas ideas.
Hoy lo que me interesa es rescatar del artículo
de David, publicado por ATTAC, la posibilidad de
tomar conciencia de cuántas veces hemos escuchado por la TV, que tal
o cual país rico "ayudaba" o "cooperaba" para que un país en vías de
desarrollado –o hambriento y empobrecido– pudiera poner en marcha un
cierto programa. No hemos ido a investigar en la práctica si ese
programa trajo los beneficios a los pueblos que se indicaban. Tampoco pusimos
en duda la palabra cooperación, puesto que en nuestra escala
de valores es una palabra buena.
David nos dice, y quiero resaltar, en este párrafo
que::
"En la práctica, el significado que
en la real politik le reserva al término "cooperación", es
distinto al que suele entender la opinión pública. En
general, la ciudadanía lo asocia a solidaridad y
filantropía con el Tercer Mundo, o a la lucha
internacional por una causa honorable como la prevención del VIH o el
control del narcotráfico. Sin embargo en geopolítica se utiliza para fines
no tan honorables."
Puede ver ustedes, que esto es realmente así. Les damos
distintos contenidos semánticos a las palabras según seamos la opinión pública
internacional o los grupos dominantes que son dueños de los medios masivos de
difusión de noticias. David nos lista 6 formas de utilizar la palabra
cooperación en la práctica. Sólo la última es relativamente
"buena" para el mayor número de seres humanos, y sólo lo es u ocurre, bajo
presión ciudadana solidaria.
Para los seres humanos de buena voluntad de este mundo hay
tres principios básicos:
Masivamente aplicados y ejercitados en la vida
cotidiana de todos los países pueden traer un nuevo mundo a la existencia.
Este nuevo mundo es posible de construir. Necesitamos un nuevo mundo que con
una nueva cultura y una nueva civilización.
Ya ven que para que esto ocurra es necesario que los
medios masivos de difusión de noticias utilicen correctamente las palabras en
su real significado, y no que nos vendan una cosa como
altuista cuando en realidad es egoísta.
Deberemos ser custodios de la verdad y para ello debemos "consumir" medios que
practiquen la democratización de la información.
La manera de conseguirlo es que la opinión pública
iluminada haga sentir su presencia, su presión sostenida y constante,
para que la cooperación sea cooperación (y no otra cosa
disfrazada de); que esa presión sostenida y constante sobre todos
los gobiernos de este mundo, permita que los materialistas por fin
sacrifiquen su egoísmo, pudiendo así llegar a un estado en
que puedan compartir los recursos con todos, expresando la
real unidad de la entera humanidad.
Estos cambios permitirán que los seres humanos vivamos en
correctas relaciones y en paz.
Sabiendo que todos somos custodios de nuestros hermanos y
responsables proactivos en la construcción del nuevo mundo, les saludo:
En alegría y buena voluntad colaboradora.
Grupo 5. El quinto grupo será
el de los Organizadores Políticos,
y se ocupará de los factores políticos en cada nación. Los de este grupo
trabajarán en el campo del gobierno mundial humano, ocupándose de los
problemas de la civilización y de las relaciones existentes entre las
naciones. Su objetivo principal será lograr la comprensión
internacional. Este grupo imparte la "cualidad de imposición",
autoridad de que carecen las otras dos ramas de esta actividad grupal divina.
En gran parte, este trabajo es de primer rayo, e incluirá los métodos por los
cuales la Voluntad divina actúa en la conciencia de las razas y de las
naciones. Los miembros de este grupo poseerán mucha energía de primer rayo. Su
trabajo consiste en actuar como canales de comunicación entre el Departamento
del Manu y la raza de los hombres. Es una noble tarea
hermanos míos, ser canales de la voluntad de Dios.
Centros de energía que utilizan los
Organizadores Políticos: Coronario, cardíaco y base de la columna
vertebral.
Libros de texto básicos: El
Destino de las Naciones y Los
Problemas de la Humanidad.
Leer
sobre los otros grupos simientes: http://www.sabiduriarcana.org/ngsm-10grupos-simiente.htm
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