Agricultura, ganadería y
cambio climático
Gabriel A.
Greenpeace acaba de
presentar un informe sobre cambio climático y prácticas agrarias.
Este informe, escrito por el profesor Pete Smith
(uno de los coautores del último informe del IPCC), da las claves de la
influencia de las prácticas agrarias actuales sobre el cambio climático. Y
además de eso, el informe analiza también el potencial de las prácticas
agrarias para mitigar el calentamiento global. En mi opinión esto es una
buena noticia, pues muestra una visión creativa y positiva que pocas veces
se da en este tipo de informes.
El principal impacto de las prácticas agrarias actuales es el uso
desmesurado de fertilizantes sintéticos. El 50% de los mismos termina en
el agua o la atmósfera, y una parte significativa de esta cantidad es en
forma de óxido nitroso (gas con un efecto invernadero casi 300 veces más
potente que el dióxido de carbono). A eso se suma el coste energético de
la síntesis de los fertilizantes.
La siguiente fuente directa de emisiones es la ganadería, en forma de
metano, procedente de la digestión de los animales. Este gas tiene un gran
potencial efecto invernadero en la atmósfera. Greenpeace estima que cada
kilo de carne de vacuno produce emisiones equivalentes a 13 kilos de
carbono.
El impacto indirecto de la agricultura y ganadería (y que va más allá
del cambio climático) es el cambio de usos del suelo. Deforestación,
degradación de los suelos, modificación de los ciclos naturales de
nutrientes, etcétera.
¿Cómo podría cambiar todo esto para que los sistemas agrarios pasen a
ser sumideros netos de carbono? Las claves de Greenpeace son: 1) reducir
el uso de fertilizantes, 2) proteger los suelos, 3) mejoras en los
cultivos de arroz, manteniéndolos anegados solo lo necesario, y 4)
reducción de la demanda de carne en países desarrollados.
vea mas informacion en http://www.greenpeace.org/raw/content/espana/reports/resumen-en-castellano-cool-f.pdf
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