Sobre esa base añadió: "Pero hay una gran cantidad de temas que el ser humano debe pensar cómo resolverlos adecuadamente por medio de su razón y con criterios evangélicos. No en vano la Iglesia ha tenido que pedir perdón por muchos errores cometidos. Hoy pongo como ejemplo: el caso del condón, la píldora en la mujer, la homosexualidad, etc. Son cosas en que se tiene derecho a disentir siempre que uno fundamente bien su posición. Parte de durabilidad de la Iglesia se ha debido a que tiene una serie de principios básicos que son esenciales (los que están en el Credo, por ejemplo), pero al mismo tiempo existen y deben existir espacios de pluralidad en muchos otros temas debatidos y debatibles, aunque se disienta de la jerarquía. Existirán tensiones pero eso es saludable y legítimo según los mismos documentos clave de la Iglesia"