Fuente: ABC, Cultura, 12-06-03
Arqueólogos de EE.UU. constatan la
gravedad de la destrucción del patrimonio
iraquí
En numerosos yacimientos
expoliados como éste cerca de Tel Afar los arqueólogos se han encontrado
numerosas piezas arqueológicas trizadas por el
suelo
JAVIER ANSORENA
Los expertos lanzan una petición de
ayuda a la comunidad internacional para que envíe tanto personal cualificado
como material para la conservación
MADRID. Irak, la antigua Mesopotamia, es uno
de los tesoros fundamentales de la arqueología y la historia, el lugar de
nacimiento de la escritura, de la agricultura, de la ley escrita, de la
religión, de la ciencia y, también, de la guerra. Y ha sido una guerra, una más,
la que ha vuelto a poner a este «crisol de la civilización» y toda esta riqueza
en peligro, al borde de su desaparición. Ha sido otro conflicto bélico en esta
zona que ha vuelto a atraer la mirada de los investigadores y científicos de
todo el mundo hacia Irak. El control de las tropas aliadas en el país ha
permitido la llegada de los investigadores para una primera evaluación de los
daños producidos en la extensa red de yacimientos arqueológicos, museos y ruinas
que poblan la geografía iraquí. Con esta intención desembarcaron en este país a
mediados del pasado mes de mayo un grupo de expertos del Comité para la
Investigación y Exploración de National Geographic, dirigida por Henry Wright,
de la Universidad de Michigan. Se trata de la primera exploración, a la que
también se unieron arqueólogos iraquíes, desde el comienzo de la guerra en
abril. El recorrido por las más importantes localizaciones arqueológicas del
país revela un panorama preocupante: a pesar de que los bombardeos aliados
intentaron no afectar a estas riquezas, muchos de estos lugares se vieron
seriamente dañados, fundamentalmente por saqueos, pero también por la dejadez o
negligencia de las autoridades iraquíes anteriores al conflicto. Los
investigadores comprobaron cómo muchos de los más de veinte lugares visitados
continúan sin vigilancia o cómo, en algunas localizaciones controladas por el
ejército estadounidense, tan sólo había un control a tiempo parcial. El grupo de
investigadores se dividió para llevar a cabo su
evaluación.
En el sur
El
equipo visitó Dahaileh, bastante azotado por los saqueos, con grandes
excavaciones por donde los ladrones probablemente buscaron herramientas de
bronce y joyas de enterramientos. Incluso encontraron por el suelo vasijas
descartadas por los saqueadores.
En
Larsa, entre restos de casquillos de bala, se han encontrado agujeros en los
cimientos de edificios antiguos; los ladrones buscaban tablillas de arcilla de
escritura cuneiforme.
Babilonia, donde el ejército de EE. UU.
estableció tropas, está intacta, pero su museo fue gravemente saqueado y la
biblioteca incendiada.
En
Umma y Umm al Aqarib, muy afectadas, se llegaron a encontrar hasta grupos de
doscientos saqueadores.
Sin
embargo, otros lugares como el mítico Ur, Nippur o Telloh, no tuvieron grandes
problemas y conservaron vigilancia iraquí.
El
museo de Tisefón, capital del imperio Sasanio, fue terriblemente
expoliado.
En el norte
Nimrud, antigua capital asiria, está ahora
vigilada por tropas estadounidenses. El equipo descubrió daños en las tumbas
reales recubiertas de oro, y algunas losas valiosas de uno de los palacios
fueron robadas.
En
Nínive, donde la vigilancia era tan sólo a tiempo parcial, se encontraron
destrozos en bajorrelieves de un palacio, que fue también agujereado por los
ladrones en busca de piezas de oro y marfil.
En
Khorsabad y Tell Billa se han encontrado restos de la ocupación de ejército
iraquí: bombas sin explotar y artillería que dificultarán el futuro trabajo
arqueológico en esta zona.
El
Museo de Mosul, aunque no fue afectado directamente por las bombas, sufrió
destrozos. Y lo que es peor, fueron robados relieves en bronce de las puertas de
Balawat así como tablillas grabadas con escritura
cuneiforme.
El
enclave de Asur no fue muy dañado, pero la vigilancia iraquí es
deficiente.
En
Hatra, algunas estatuas fueron dañadas. El control militar actual es
bueno.
Una
vez analizado el actual estado del patrimonio arqueológico iraquí, Henry Wright
expresa la necesidad de que la comunidad internacional aporte ayuda, tanto
material, personal como de formación y seguridad, para conseguir salvaguardar lo
que queda, que es mucho: «Algunas zonas de Irak están, arquológicamente, casi
sin descubrir. Proteger esos lugares para un futuro estudio en este momento tan
complicado es crucial si confiamos en entender el proceso que dio lugar a las
primeras civilizaciones».
Daños antes de la última
guerra
No
sólo el saqueo es el culpable de la actual situación arqueológica en Irak.
Además de los daños provocados por los combates en la última guerra y en la del
Golfo del 91, otras causas provocaron grandes destrozos: el reforzamiento y
excavación de posiciones militares, fundamentalmente en el norte y por miedo de
una intervención militar turca, e incontroladas prácticas agrícolas en zonas de
riqueza arqueológica afectaron en gran medida a los yacimientos.
Fuente: Diario de Ibiza,
12-06-03
Saqueos en los yacimientos arqueológicos de
Irak
Washington. Efe
Las
excavaciones ilegales se han convertido en una industria en algunos yacimientos
arqueológicos de Irak, pero el saqueo en el museo de Bagdad no ha sido tan grave
como se temía, informaron ayer varios expertos.
Un
equipo de arqueólogos, enviado a Irak por la sociedad National Geographic,
presentó hoy su informe después de visitar la capital iraquí y áreas de valor
histórico como Ur, Aridu y Lasra tras el derrocamiento del régimen de Sadam
Husein.
Irak
es de interés para los arqueólogos e historiadores porque se considera a este
país la cuna de las civilizaciones y origen de la escritura. La arqueología ha
mostrado que las primeras ciudades surgieron en la baja Mesopotamia hace unos
5.500 años. Del museo de Bagdad ha desaparecido un millar de objetos de arte,
dijo McGuire Gibson, del Instituto Oriental en la Universidad de Chicago. “Es
una pérdida de objetos valiosos, pero está lejos de lo que se había informado
inicialmente sobre el robo de decenas de miles de objetos”, añadió.
Fuente: Yahoo noticias,
11-06-03
Irak.- La Sociedad National
Geographic confirma el robo y la destrucción en los museos de
Irak
La
Sociedad National Geographic señala, en un comunicado hecho público esta tarde,
que el resultado de la primera expedición arqueológica realizada a museos y
yacimientos arqueológicos iraquíes tras el fin de la guerra revela que, pese a
los intentos de proteger los yacimientos de los bombardeos, los daños son
cuantiosos, causados tanto por destrucción como por los saqueos producidos
durante y tras la contienda.
Los
miembros de la expedición denunciaron, en la presentación de lso resultados de
la misma hoy en Washington, la desprotección en la que se encuentran la mayoría
de los lugares de interés artístico. Henry Wright, especialista en Asia Menor
del Museo de Antropología de la Universidad de Michigan, dirigió en la
expedición a un grupo de arqueólogos, vinculados todos ellos a National
Geographic.
"Sabemos que el Gobierno norteamericano se
preocupó de proteger todos los yacimientos arqueológicos, y así nos lo han
confirmado los militares. Sin embargo, hemos comprobado que algunos han sufrido
considerables daños y muchos continúan sin vigilancia", declaró Wright.
"La
recuperación arqueológica de los yacimientos realizada hasta ahora es
insignificante, pese a que en este lugar se encuentra el legado histórico más
importante de la humanidad. Protegerlos es una tarea crucial si queremos
continuar investigando los orígenes de nuestra civilización", continuó.
National Geographic recuerda en su comunicado
que el actual territorio de Iraq ocupa lo que fue la antigua Mesopotamia y que
historiadores y arqueólogos de todo el mundo lo consideran la cuna de la
civilización occidental, donde nacieron la escritura, la agricultura, las leyes
escritas, la religión, la ciencia y las ciudades, cuya existencia se remonta al
año 3500 a.c.
Wright dirigió un equipo de arqueólogos,
especialistas en arte mesopotámico, del que han formado parte McGuire Gibson,
Tony Wilkinson y Mark Altawell, miembros del Instituto Oriental de la
Universidad de Chicago, y Elizabeth Stone, de la Universidad Stony Brook. El
grupo llegó a Iraq a mediados de mayo y se desplazó por el país bajo la
protección de las fuerzas militares estadounidenses. Para llevar a cabo la
investigación, los arqueólogos se dividieron en dos equipos, uno desplazado al
Norte y otro al Sur.
PILLAJES
Entre
los muchos hallazgos efectuados, destaca por su especial valor el descubrimiento
del tesoro de Nimrud, un complejo de tumbas recubiertas de oro, en el que
huellas de casquillos de bala confirman luchas entre guardianes y saqueadores.
Los arqueólogos comprobaron que algunas piezas de la pared del complejo han sido
arrancadas y robadas. Para evitar nuevos pillajes, han solicitado la permanencia
en el lugar de soldados norteamericanos.
En
Nínive, la ciudad más importante del imperio Asirio, un grupo de guardias
realiza actualmente turnos a tiempo parcial. Los bajorelieves del palacio dan la
impresión de haber sido golpeados con martillos y se han encontrado numeroso
agujeros en el suelo, excavados probablemente para buscar oro y piezas de
marfil.
En
los yacimientos asirios de Khorsabad y Tell Billa son visibles numerosas
cavidades, resultado de las diferentes fases de ocupación del ejército iraquí.
También han encontrado bombas sin explotar, que suponen una seria amenaza para
la conservación del lugar. El Museo Mogul no fue directamente bombardeado. Sin
embargo, el nivel de los daños causados por los combates y los saqueos es
"incalculable".
Por
ejemplo, los ventanales han sido destruidos y entre las numerosas piezas robadas
se contabilizan relieves de bronce de las puertas de Balawat, expuestas en la
galería Asiria, así como diversas placas con inscripciones cuneiformes.
En el
Sur del país, los saqueadores han causado serios daños en el yacimiento
arqueológico de Dahaileh. Wright ha confirmado la aparición de excavaciones,
realizadas para buscar piezas de bronce y joyas, depositadas en las tumbas, y la
localización de vasijas y otros objetos de menos valor, algunos esparcidos por
la superficie. El yacimiento de Larsa fue encontrado en similares
circunstancias. "Me da miedo pensar la cantidad de obras de arte que pueden
haber desaparecido", ha confesado el arqueólogo.
SAQUEO
Bailonia, la que fuera durante mil años la
ciudad más grande de la antigüedad, ha servido de residencia a las tropas
norteamericanas desde el principio del conflicto. Un destacamento del ejército
han mantenido su cuartel general en uno de los palacios propiedad de Saddam
Hussein, desde el que puede vigilarse un importante yacimiento arqueológico. Sin
embargo, pese a estas medidas, el museo de la ciudad, que albergaba tesoros de
gran importancia, ha sido saqueado y los fondos de su biblioteca han quedado
reducidos a cenizas.
En
Nippur, la ciudad santa más antigua de Mesopotamia, en la que ya se enseñaba
escritura en torno al 2200 a.c., los guardias iraquíes custodian el yacimiento
arqueológico más importante. McGuire Gibson ha trabajado en esta zona desde hace
décadas. Durante un vuelo en helicóptero, el arqueólogo ha tenido oportunidad de
ver las profanaciones sufridas en Umma (hoy la moderna ciudad de Jokka) y Umm al
Aqarib, yacimientos que han sufrido numerosos destrozos.
Finalmente, los arqueólogos han visitado
también Tesifón, capital del imperio Sasanio, sita a orillas del Tigris, muy
cerca de Bagdad. Las crónicas de la época aseguran que su palacio tenía el techo
de oro con incrustaciones de piedras preciosas, que simulaban estrellas. De esta
magnífica construcción, hoy sólo queda intacto un gran arco. El museo de la
ciudad ha sido terriblemente expoliado, hasta el punto de que sus jardines,
construidos por el Departamento de Antigüedades iraquí, han desaparecido y ahora
sirven a los niños como improvisado campo de fútbol.
Fuente: Estrella digital, Cultura, 09-06-03
Hallan en los sótanos del Banco
Central de Iraq el Tesoro de Nimrod, que se creía robado por los
saqueadores
Las joyas fueron escondidas por los
responsables del gobierno de Sadam para protegerlo de la
guerra
Estrella Digital/Efe
Bagdad
El célebre Tesoro de Nimrod, compuesto de
centenares de joyas que datan de la milenaria civilización asiria y que se daba
por perdido, fue hallado en el saqueado Banco Central de Iraq. Las joyas fueron
escondidas en una bóveda por responsables del antiguo gobierno para protegerlo
de la guerra.
"Todas las piezas han sido rescatadas. Un equipo de
expertos las examina para constatar si han sufrido algún daño", indicó el actual
gobernador de la institución financiera, Faleh Salman.
El tesoro, descubierto entre 1988 y 1990 en las tumbas de
un palacio real asirio que data del siglo IX antes de Cristo, estaba formado por
una colección de más de un centenar de joyas y oro patrimonio de las antiguas
reinas asirias. Se creía que los restos arqueológicos habían sido robados en la
ola de saqueo que devastó la capital iraquí tras la caída el 9 de abril del
presidente Sadam Husein.
Según las fuentes, el tesoro había sido escondido en una
bóveda del Banco Central por responsables del antiguo gobierno, para protegerlo
de la guerra.
"Las joyas nunca se perdieron", dijo Salman, que aseguró
que "sabíamos desde el principio dónde estaban, aunque tomó mucho tiempo
recuperarlas, ya que permanecían en una cámara inundada por el agua".
Los investigadores estadounidenses que rescataron el tesoro
explicaron que cuando entraron en la estancia donde estaban las joyas
encontraron los cadáveres de saqueadores que probablemente murieron a manos de
bandas rivales.
Pese a que se ha especulado mucho sobre el saqueo
perpetrado tras la guerra en el Museo Nacional de Iraq, en las últimas semanas
se ha sabido que las piezas de mayor valor fueron escondidas por las autoridades
iraquíes un mes antes de que comenzaran los bombardeos.
Igual medida se tomó durante la guerra del Golfo de 1991,
cuando la colección Nimrod, recién descubierta, descansó por primera vez en las
secretas y profundas camaras del Banco Central de Irak. Para evitar que los
piratas llegaran al tesoro los sótanos fueron inundados y han tenido que ser
drenados para recuperar las joyas, que ahora están bajo observación para
cuantificar los daños que han podido sufrir.
El tesoro fue descubierto para la arqueología a finales de
la década de los ochenta en las tumbas halladas en las ruinas de la antigua
ciudad de Nimrod, a unos 35 kilómetros al sureste de la localidad septentrional
iraquí de Mosul.