Hablando de grandes imperios, guerras y discursos
bélicos, me parece interesante mirar al pasado y ver como eran esas cosas en el
pasado. Conocemos de todas esas cosas a los "reverenciados" clásicos, uno de
esos clásicos que habla de guerra es Marcus Tullius Cicero (Marcos Tulio
Garbanzón, sería una traducción razonable). Cuando yo tenía 14 años tenía una profesora de música que vivía enamorada
de las citas de Cicerón (mis intereses por esa época tenían más bien que ver con
mi "enamoramiento" por ella y no tanto por Cicerón). Pero supongo que esa
experiencia juvenil me hizo cobrar interés en Cicerón, uno de los romanos más citados con
admiración.
Sin embargo cuando fui capaz de leer a Cicerón al
principio me dejó frío, con el tiempo llegué a tomarle una antipatía extrema. Y
es que Cicerón, con todos mis respetos hacia sus admiradores solo tiene de
respetable la nada desdeñable cantidad de años que hace que murió. Sin embargo
sus ideas de optimate (derechista) creo que
están bastante vivas, sorprende que tanto, fijaos en este texto que sigue
(no me digáis que no recuerda a lagunas de las más rancias declaraciones del
belicismo republicanismo americano moderno):
"Quaedam officia servare debemus etiam adversus
eos, a quibus iniuriam accepimus. Est enim ulciscendi et puniendi modus. Atque
in republica maxime conservare debemus iura belli: Nam cum sint dua genera
decertandi, unum per disceptationem, alterum per vim, cum illud proprium sit
hominis, hoc bellarum, confugere debemos ad posterius, si adhibere superiorem
non possumus. Quare suspicere bella tantum debemos ob eam causam, ut sine
iniuria in pace vivamus: parta autem victoria, conservare debemos eos, qui non
crudeles in bello, non immanes fuerunt, ut maiores nostri multos hostes in
civitatem etiam acceperunt; at Carthaginem et Numantiam funditus
sustulerunt."
Ops, sí claro, el latín es una lengua muerta lo olvidaba, he aquí mi
improvisada traducción:
[Ciertas obligaciones debemos tomar contra
aquellos, de los cuales hemos recibido injurias. Y en verdad es la manera de
VENGARNOS y CASTIGARLOS. Y por eso en la republica debemos cuidar especialmente
del Derecho Bélico: Pues existen dos modos de decidir las cosas, uno a través de
la discusión [diplomática] y otro a través de la fuerza, PORQUE [ESTO] ES PROPIO
DE LA NATURALEZA HUMANA. Aún sinedo propio [también] de animales,
debemos acudir a los bajos [instintios] si no podemos servinrnos
de [principios] superiores. Porque esta causa debemos encargarnos tanto de
la guerra, para que vivamos en paz y sin injuria: Conseguida la victoria,
debemos conservar a aquellos que sin ser crueles ni inhumanos, como
nuestros antepasados que acogieron a los enemigos [como esclavos(?)] y que
arrasaron por completo Carthago o Numancia.]
A poco que se mire bien no hay tantas
diferecnias con el estilo discursivo moderno de Bush II. Solo puedo decir,
que por cosas así el Cicerón que tanto apreciaba mi profesora de música a mi me
resultaría con los años insufrible, desde luego si yo hubiera vivido en la Roma republicana del I a.C. ya habría votado por los
Populares (Caesar, Mario, ...) porque con tipos Cicerón entre los Optimates, no
hubiera visto mejor opción. Lo de justificar los crimenes de guerra en Cartago o
Numancia que poco o ningún mal habían hecho a Roma, me suena a lo que los EEUU
hicieron hace poco en El Salvador o Guatemala. Como se puede ver de alguna
manera como decía Jaime a veces por ignorancia estamos condenados a repetir
nuestra historia. Espero que se comprenda que mi
sincero desprecio por un tipo mezquino e intriguero como Cicerón está
justificado, y no es solo una opinión extravagante.
Davius S.