Aparece en el poblado argárico de Castellón Alto (Galera) una
persona momificada hace más de 3.500 años, la segunda de mayor importancia de
Europa tras Oetzi.
José Luis Santos
--------------------------------------------------------------------------------------------------------
Fuente: Ideal Digital, Actualidad,
Vivir, 17-01-03
La momia más valiosa de
España
EL CASTELLÓN.
Promontorio junto al río barbatas donde está el poblado argárico. A la derecha,
debajo de este nivel está la tumba 121 donde apareció la momia.
EL cuerpo parcialmente
momificado de un varón, acompañado de los restos de un niño conservando
igualmente tejido orgánico, ha sido desenterrado en el transcurso de las
excavaciones que han tenido lugar en el Castellón Alto en estos dos últimos
meses, bajo la dirección de Fernando Molina González, catedrático de Prehistoria
de la Universidad de Granada, y la doctora María Oliva Rodríguez Ariza, de la
Universidad de Jaén.
Lo más llamativo de esta
momia es la conservación de una trenza de pelo, así como diverso material
orgánico en distintas partes de su osamenta, como el cráneo y las extremidades
inferiores. Es de destacar igualmente el mantenimiento del mango de madera de
una azuela de bronce y restos de una especie de cesto o malla de esparto
depositada sobre los pies. El resto del ajuar funerario lo constituyen una copa,
una olla de cuello indicado y dos cuencos, todo ello de cerámica, así como tres
anillos y un cuchillo de pequeñas dimensiones. El niño, a su vez, llevaba un
pequeño brazalete envuelto en tela de lino
La sepultura, la número 121
de este yacimiento, estaba sellada con varios listones de madera, perfectamente
escuadrados, además de con unas hiladas de piedras íntimamente trabadas, en su
parte exterior.
Dado a la antigüedad del
hallazgo, unos 3.500 años, aproximadamente, y a la escasez de este tipo de
descubrimientos en Europa, tal vez no sean más allá de cuatro o cinco, la momia
de Galera descubierta en el Castellón se sitúa entre los más sobresalientes
restos de su clase.
El hecho de momificarse ha
sido totalmente casual, achacable a unas condiciones medioambientales especiales
en las que la sequedad permanente, el mantenimiento de una temperatura constante
y la ausencia de luz han desarrollado un papel fundamental. Concretamente,
dentro de la sepultura se ha mantenido una temperatura en torno a los 16º,
mientras que la humedad se ha cifrado en un 60%.
El
hallazgo
Tal vez no eran las once de
la mañana del día 27 de noviembre. Le habían dicho a Pura que empezase a rebajar
los niveles aparecidos en días anteriores en la conocida como Terraza Inferior
del cerro, vertiginoso balcón sobre el barranco circundante. Con poco esfuerzo,
la piqueta hizo saltar una pequeña piedra. Una intensa mancha negra apareció de
pronto bajo la laja, señalando en realidad una oquedad tras el talud del
cerro.
¿Y esto qué será?, comentó
en voz alta. Parece que la pared está hueca. Para comprobar las dimensiones del
agujero, Alejandro introdujo un jalón. Pese a medir un metro, no tocaba el
fondo. Esa es la cueva de abajo!, dijo alarmado David, creyendo que se trataba
de la impresionante gruta que constituye la base del cerro, antigua cantera de
yeso, y que de un instante a otro caerían todos al fondo, en un salto de más de
diez metros. A esto ya se había aproximado Jesús, atraído por la novedad que
parecían presentir los cuatro.
-¿Que es un muerto!?, dijo
alguien.
Efectivamente, una nueva
sepultura, de las varias decenas que ha dado hasta ahora el poblado, se había
localizado en la Terraza Inferior. Sin embargo, presentaba una particularidad:
la covacha no estaba rellena de tierra como es lo habitual. La total oscuridad
reinaba en su interior.
-Con una linterna podríamos
ver lo que hay dentro. A los pocos minutos, una débil luz ponía de relieve una
imagen que había sida ocultada a cualquier mirada humana nada menos que unos
3.500 años antes.
-¡Que tiene una trenza!.
-¡Si está
momificada!
-¿No veis que los huesos no
están blancos como en las otras sepulturas?.
Los excavadores se
arremolinan y miran nerviosos por turnos a través del pequeño agujero.
-¡Una
momia!.
La noticia corre por el
cerro y todos quieren conocer el hallazgo. Los componentes de las cuadrillas que
trabajan en otros sectores de la excavación se acercan y contemplan, entre
incrédulos y sorprendidos, el ser inerte que, en la ritual posición fetal de los
difuntos argáricos, ha conservado parte de su organismo de forma circunstancial
treinta y cinco siglos. «Si se cae la linterna dentro, no es necesario que me la
devolváis», manifiesta con evidente repugnancia Emilio, a pesar de estar curtido
en la limpieza de decenas de esqueletos a lo largo de casi veinte años, pero no
cargados con el morbo de éste.
Por la pequeña abertura
Jose, introduce su cámara digital como puede y saca las primeras fotografías de
la Momia de Galera, que va a ocupar el puesto número dos en el orden europeo,
después de Oetzi, el Hombre de los Hielos.
Internet se encarga del
resto. La imagen de la momia llega en segundos al Departamento de Prehistoria de
la Universidad y a la Facultad de Historia de Jaén. Un capítulo de la historia
de la arqueología andaluza y española comienza a escribirse en el Castellón
Alto, de la granadina villa de Galera.
La
confirmación
Al día siguiente se hacen
presentes en el yacimiento los directores de la excavación, acompañados de los
técnicos en la recuperación de este tipo de hallazgos. Encabezando el equipo de
antropólogos viene Miguel Botella, de larga y prestigiosa carrera, como lo
demuestra, por ejemplo, su intervención en la excavación de las víctimas del
régimen de Pinochet en Chile. El detenido análisis visual y la grabación de un
vídeo del fondo de la covacha confirman la importancia del enterramiento, único
hasta este momento dentro de nuestro país.
Los materiales que conserva
son, a juzgar por Botella, una importantísima fuente de información sobre
aquella sociedad, que hasta ahora no había sido posible obtener. Es preciso
someter el hallazgo a un tratamiento especial para conservarlo y estudiarlo
posteriormente.
La casualidad hace que en
estos días esté prevista la visita al yacimiento del Director General de Bienes
Culturales de la Junta de Andalucía, Julián Martínez. Ante la excepcionalidad
del hecho, ofrece a los responsables la necesaria ayuda presupuestaria para
acometer esta actividad con garantías totales de
éxito.
El perfecto sellado de la
sepultura, además de las condiciones especiales de temperatura y humedad ya
citadas, hicieron que la momia de Galera se convirtiese en tal. Ahora, había que
conseguir no alterar en lo más mínimo esos factores. La primera propuesta fue
extraer la covacha entera de su asentamiento y trasladarla a Granada, donde se
sometería al delicado proceso requerido. Dificultades técnicas, sin embargo,
desaconsejaron esta operación. La sepultura había que abrirla y estudiarla en el
propio cerro.
Había que edificar una
caseta que se convertiría en un laboratorio de campaña, en cuyo interior quedase
incluida la sepultura en cuestión. En la caseta se procuraría conseguir el
«microclima» del interior de la sepultura, de forma que al abrirla éste no
variase para conservar intacto el espectacular hallazgo. Un objetivo se persigue
las 24 horas del día: que la temperatura no varíe de 16º y que la humedad
relativa no supere el 60%.
No reaccionan ante el
descubrimiento los galerinos de principios del siglo XXI como los principios del
XX, cuando Marta les había prometido un tesoro, oculto en el cerro de El Real.
Tanto refinamiento sorprende al labriego menos avisado. «Ahora dicen que el Boni
le ha hecho un chalé al muerto». Y enfatiza. «¡Con luz y con calefacción! Se les
ha ido la cabeza». Otro, más piadoso y bien considerado, opina que estaría bien
oficiar un funeral por el difunto, sin meterse en más críticas, ya que «ellos
sabrán por qué hacen todo eso, digo yo».
Detallados
estudios
Ni de lejos sospechan los
estupefactos vecinos que en el interior del chalé tendrán lugar varios estudios
punteros de los restos momificados. Por ejemplo, un «escaneo» tridimensional de
la momia, a cargo del equipo que en su día hizo la misma operación con la cueva
de Altamira. En Galera, además, van a ensayar un avance más combinando el
escáner con la fotografía de alta resolución para documentar con toda precisión
lo hallado.
Todo el proceso de
excavación de la sepultura es registrado en vídeo, contabilizándose más de doce
horas de grabación, que luego serán adecuadamente reducidas a un reportaje de
duración media. Todo bajo la dirección de Marisa. Y es lo que comenta quien ha
sido centro de su mirada fotográfica en ocasiones anteriores: «A esta muchacha
sólo le gusta retratar cosas raras, con lo apañá que es
ella».
Tras unos días de fantasías y
exageraciones entre los vecinos sobre la importancia del hallazgo, la momia
viaja a la Facultad de Medicina de Granada el día 23 de diciembre para seguir
siendo estudiada. «Es que la habrá reclamado la familia», deja caer
socarronamente quien hasta ahora no había expresado su dictamen.
Protagonismo para el pueblo de
Galera
J. G./GALERA
«¿Pero de verdad es tan importante?», pregunta una vez y otra
el alcalde, Manolo Serral. Reiteradamente se le asegura por los arqueólogos que
sí, que casi se bate un récord europeo. Y entonces su constante preocupación por
aportar recursos al pueblo atisba una solución inesperada. Se materializa en su
mente que el hallazgo puede ser un foco de atracción de curiosos visitando la
momia en el flamante Museo Arqueológico local, dejándose algunos euros en los
bares, en las tiendas, en las panaderías, durmiendo en las casas-cueva, dando
vida al pueblo gracias a un chocante muerto. Porque lo primero que plantea el
alcalde al equipo de técnicos es que la momia, una vez terminada de estudiar en
la Facultad de Medicina, debe volver al pueblo. «Demasiados materiales de
nuestros yacimientos han ido a engrosar los almacenes de museos, que ni se
exponen ni benefician a nadie. Es justo que ahora este hallazgo, desde luego
exquisitamente tratado para que no se deteriore, permanezca en Galera y reactive
su economía», dice con absoluta convicción. No quiere que se repita la historia
de siempre, por la cual las sociedades más pudientes se han quedado los
restos.
Fuente: ABC, Cultura,
Arqueologia, 17-01-03
Encuentran en Granada los restos de una persona
momificada de la Edad del Bronce.
JESÚS MARÍA GARCÍA RODRÍGUEZ, MANUEL
SERRAL
GRANADA. Según la Consejería de Cultura de la Junta, el
hallazgo del cuerpo momificado se produjo en diciembre en el yacimiento argárico
(Edad del Bronce) de Castellón Alto, donde a finales de 2001 arqueólogos de la
Universidad granadina recuperaron restos de diez tumbas. En una sepultura se
hallaron los restos de un varón de entre 27 y 29 años, colocado en posición de
cúbito lateral flexionado y parcialmente momificado por hidratación en un medio
especialmente seco.
La pieza, que será presentada el lunes por la consejera de
Cultura, Carmen Calvo, y el equipo científico responsable del hallazgo,
constituye «un excepcional descubrimiento científico», porque hasta el momento
este enterramiento es el segundo en antigüedad -unos 3.500 años- con restos de
momificación de Europa, según la Junta. Para analizar los restos y
documentarlos, se han empleado técnicas «novedosas», dice la Junta, que subraya
que el estudio de la momia aportará «interesantes datos» sobre las actividades
funerarias y las poblaciones de la Edad del Bronce europea. La cultura del Argar se desarrolló en la
desembocadura del río Almanzora (Almería) con asentamientos en las provincias de
Murcia, Albacete, Jaén y Granada.
Coordinador General y Moderador de
las Listas de Correo.
|