Con devoción religiosa
Un reverenciado rabino una vez viajó para visitar
a un rabino más joven que era conocido por su devoción religiosa. El rabino más
viejo quedó muy impresionado con la total inmersión del joven en la plegaria y
el estudio, y le preguntó el secreto de su piedad inconmovible. El joven
respondió que concentrándose profundamente en sus estudios, podía ignorar toda
influencia externa que pudiera distraerlo. De hecho, el viejo había notado que
muchos de los aldeanos vecinos estaban dedicados a actividades muy contrarias a
la piedad. Le dijo al joven: "Cuando hace mucho frío, hay dos modos de
calentarse. Uno es ponerse un abrigo de piel, el otro es encender un fuego. La
diferencia es que el abrigo de piel calienta sólo a la persona que lo usa,
mientras que el fuego calienta a todos los que se acercan".
En algún momento de nuestras vidas comprendemos
que si no tomamos responsabilidades por nosotros mismos, nadie lo hará. Luego
también aprendemos a ser responsables por nuestras familias y amigos, y por
aquellos en la sociedad que han tenido menos suerte que nosotros. Pero también
podemos estar tentados de apartar la vista, aislarnos y preservarnos. Sólo
ocuparnos de nosotros mismos, sin mirar a nuestro alrededor.
Si somos capaces de encender un fuego, nos
estaremos protegiendo nosotros al mismo tiempo que asumimos el compromiso que
D´s espera de nosotros. Llevemos luz y calor a la sociedad, colaborando y
contagiando a quienes nos rodean, para que nadie se vea privado del abrigo que
somos capaces de dar.
Shabat Shalom
Rabino Fabián Skornik