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1 de Agosto
de 2003, 3 de Av 5763
Un experto estaba dando una
conferencia a un grupo de profesionales. Para dejar en claro un punto, utilizó
un ejemplo que los profesionales jamás olvidaron. Parado frente al auditorio de
gente muy exitosa dijo: "Quisiera hacerles un pequeño examen". De abajo de la
mesa sacó un jarro de vidrio, de boca ancha y lo puso sobre la mesa frente a él.
Luego sacó una docena de rocas del tamaño de un puño y empezó a ponerlas una por
una en el jarro. Cuando el jarro estaba lleno hasta el tope y no cabían más
piedras preguntó al auditorio: "¿Está lleno este jarro?" Todos los asistentes
dijeron que si. Entonces dijo: "¿Están seguros?", y sacó de abajo de la mesa un
balde de piedras pequeñas. Echó un poco de piedras en el jarro y lo movió
haciendo que las piedras pequeñas se acomoden en el espacio vacío entre las
grandes.
Cuando
terminó con esto preguntó una vez más:"¿Está lleno este jarro?" Esta vez el
auditorio ya suponía lo que vendría, y uno de los asistentes dijo en voz alta
"probablemente no". Muy bien contesto el expositor. Sacó de debajo de la mesa un
balde lleno de arena y empezó a echarlo en el jarro. La arena se acomodó en el
espacio entre las piedras grandes y las pequeñas.
Una vez
más preguntó al grupo: "¿Está lleno el jarro?".
Esta
vez varias personas respondieron a coro: "No". Una vez más el expositor dijo:
"Muy Bien", luego se sacó una jarra llena de agua y echó agua al jarro hasta
llenarlo. Cuando terminó, miro al auditorio y preguntó: "¿Cuál creen que es la
enseñanza de esta pequeña demostración?".
Uno de
los espectadores levantó la mano y dijo: "La enseñanza es que no importa qué tan
llena esté tu agenda, si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir más
cosas".
No,
replicó el expositor, esa no es la enseñanza principal. Lo más serio que podemos
extraer de ésta demostración es que: Si no pones las piedras grandes primero, ya
no podrás ponerlas en ningún otro momento. ¿Cuáles son las piedras grandes en tu
vida? Recuerda poner esas piedras grandes primero o ya no encontrarás un lugar
para ellas. Tómate un tiempo para clarificar cuáles son tus prioridades y revisa
cómo usas tu tiempo para que no te quede ninguna afuera. ¿Cuáles son tus piedras
grandes? Este Shabat
puede
ser un buen momento para pensarlo.
Shabat Shalom
Rabino Fabián Skornik
